El principio

Aunque es difícil separarte de tus familiares y amigos, encontrarte en un lugar desconocido con gente que habla otros idiomas (Londres cuenta con una población cercana a los 9,5 millones de habitantes repartidos en diferentes culturas de todas las partes del mundo), la temperatura, comida y la forma de vivir en general...

Los primeros días los afrontas con emoción, ilusión y muchas ganas de conocerlo todo.

Pero en el momento que ves que tus primeros días van transcurriendo sin obtener resultado alguno, empiezas a tener la sensación de no estar en el lugar adecuado.

Justamente es el momento en el que debes parar a organizar mejor tu plan de acción para poder ver con más claridad cual es tu objetivo y optimizar tu tiempo en busca de su consecución.

Al final Jessica y yo después de buscar por Gumtree.com, de mirar en tableros de anuncios en Earl's Court, tuvimos en última instancia un golpe de suerte a favor.

Normalmente hay muchas ofertas de alojamiento en forma de pisos compartidos con más gente, personas que tienen habitaciones libres en sus casas y aprovechan para sacarse un dinerillo extra, agencias que se ocupan de buscarte un acomodamiento incluso antes de que llegues al mismo Londres, etc...

Yo pienso que la opción de buscar uno mismo es la mejor. A nosotros nos pedían 200 libras de comisión por buscarnos una habitación doble. Con ese coste, preferimos reservar una habitación de hotel para cinco días que nos costó 170 libras y buscar nosotros mismos el alojamiento. Algunos foros comentan que aunque exponas tus preferencias a la agencia, te encuentras con un alojamiento que no es de tu agrado y acabas buscando de todas maneras un sitio mejor donde dormir y al final has gastado las 200 de la comisión, las 170 del alquiler de la primera semana, el depósito que puede estar entre dos a cuatro semanas de adelanto. Un dineral!

Recurrimos a un amigo de España que había pasado el mes de septiembre estudiando en Londres y nos dió la dirección de donde había estado alojado durante ese tiempo.

Pese a ser domingo, Fabio, nos atendió muy gustosamente y nos ofreció un alojamiento en Gloucester Road, para poder hacer nuestra búsqueda tranquilamente y además por muy buen precio.

Veíamos la luz nuevamente y teniamos la tranquilidad de saber que podiamos buscar durantes los siguientes diez dias sin tener que precipitarnos.

Fabio es de Colombia pero lleva muchos años en Londres y pese a su juventud tiene una experincia dilatada organizando llegadas y alojamientos para grupos de estudiantes principalmente norteamericanos, españoles e italianos.

Al final, después de doce días de búsqueda, por todo Londres, decidimos centramos en una zona concreta y elegimos Earl's Court y es ahí donde vivimos actualmente.

Este distrito está dentro del barrio de Kensingnton y Chelsea, en límite entre zona 1 y 2. El motivo de nuestra elección además de por donde está situado es la combinación de transporte público tanto en bus como en metro (Picadilly Line y District Line) que en pocos minutos te dejan en el mismo centro de la ciudad.

La verdad es que cuando estás en búsqueda de alojamiento, tienes que tener paciencia porque te enseñan verdaderas pocilgas a precios carísimos. Hay muchas agencias que te piden multitud de documentación o un dineral por adelantado para poder hacerte el contrato. También están los pisos para compartir y algunas personas que tienen un negocio de alquiler "de estrangis", (lo peor...).

Nosotros encontramos después de insistir, llamar y visitar algunas decenas de pisos, una agencia que mediante una trabajadora propia que hablaba castellano (la chica era de Barcelona), nos ofeció algunas posibilidades en cuanto a precios y tipos de pisos, y por un precio no barato, pero si dentro de lo razonable para lo que habíamos visto, conseguimos nuestro estudio con cocina propia y baño a compartir con sólo un vecino en un edificio donde todos los apartamentos pertenecen a la agencia y por tanto ésta se encarga de limpiar baños y zonas comunes.
Con el primer objetivo cumplido, al fín, ahora ya podíamos centrarnos por completo en la búsqueda de un trabajo.